FACTORES BIOECOLÓGICO DEL BAMBÚ


COMPOSICIÓN

Las masas puras de bambú se presentan en forma de manchas compactas o abiertas, o de pies aislados, pero de ordinario forman el piso inferior de bosques siempreverdes, semiperennifolios, mesofíticos caducifolios y xerofíticos caducifolios de las zonas tropicales. Casi siempre este piso inferior está compuesto por una sola especie de bambú, y sólo raramente se encuentran juntas más de una. En los bosques húmedos siempreverdes de Dipterocarpus spp., Calophyllum sp., y Artocarpus sp. De las islas Andamán, se encuentra el bambú Dinochloa andamanica. Bajo cubierto de roble, cedro del Himalaya, picea y abeto púrpura en la India septentrional, el género más frecuente es Arundinaria, mientras que Dendroculamus strictus es más común como piso inferior del tipo xerofítico caducifolio. Típicas de los bosques siempreverdes, semiperennifolios y mesofíticos caducifolios del Pakistán Oriental son las siguientes especies de bambúes: Melocanna bambusoides, Bambusa tulda, B, teres, B vulgaris, Teinostachyum dulloa, Oxytenanthera nigrociliata, O, auriculata, Dendrocalamus hamillonii, D, longispathus y Melocalamus campactiflorus. En estos bosques las especies asociadas distintas del bambú son Phyllanthus emblica, Litsea polyantha, Holarrhaena antidysenterica, Pterospermun tetragenum, P, acerifolium, Grewia spp, Saraca indica, Vitex spp., y Ficus spp. Asociada con el bambú Melocalamus compactiflorus, se observa una importante trepadora, Spatholobus roxburghi (Ahmed. 1954). Es necesaria una información análoga en cuanto a la vegetación asociada con los bambúes para otras zonas tropicales.

SUCESIÓN

Los bambúes son especies de fácil colonización y cuando se quiere prescindir de ellos resulta difícil su exterminio. En muchos lugares de la india, Dendrocalamus stritus invade las zonas de suelo abierto y Oxytenanthera sp, y Melocalamus compatiflorus persisten en el bosque húmedo siempreverde, desarrollándose hasta el clímax. Por otra parte, Melocanna bambusoides, que es especie típica del bosque mesofitico caducifolio, no progresa hacia el clímax climático. Después de la floración y producción de semillas, las cañas de casi todas las especies se marchitan y mueren, y la masa puede generarse a partir de los brinzales que germinan en la temporada lluviosa siguiente, o por nuevas cañas que retoñan de rizomas, cortas razas extensas u otras perturbaciones, el bambú se regenera fácilmente, produciendo nuevas cañas que nacen de los rizomas perennes. Por ejemplo, Melocanna bambusoides invade los claros en que se practica la agricultura nómada, se propaga rápidamente gracias al desarrollo vigoroso de su rizoma y sobrepuja o sofoca otras especies de bambú y algunas de verdaderos árboles. Para conseguir la generación natural de las especies maderables es preciso cortar los bambúes repetidas veces. Tales cortas o mantenimiento de la cubierta de vuelo completo, sobre todo en terrenos desfavorables, ocasiona la degradación o incluso eliminación de los bambúes. En fechas más reciente se han ensayado las pulverizaciones con preparados químicos para combatir el bambú en estas condiciones.

En su mayor parte, los bambúes florecen en forma gregaria, pero es común la floración esporádica en manchas. Arundinaria wigtiana, Bambusa liniata, Ochlandra rheedii y las especies del hemisferio occidental florecen anualmente. Entre las especies que florecen esporádicamente pueden mencionarse Dendrocalamus strictus, D, hamiltonii, D, Longispathus, D, giganteus, Bambusa tulda, Oxytenanthera nigrociliata, O, albociliata, Arundinaria falcata, y Cephalostachyum pergracile. Si se pudiera predecir el año en que los bambúes florecerán, tal dato servirían de gran ayuda, pero los estudios efectuados en el Japón a este respecto no han conseguido establecer relación alguna entre el momento de la floración y la edad, tamaño del rodal, grosor del tallo, fertilidad o humedad del suelo, exposición al sol, factores climáticos o diferencias de lugar. Se ha observado que en algunas especies, plantas de distintas edad florecen al mismo tiempo.

En la India, cuando no se producen nuevas cañas en un año, este síntoma se considera indicio seguro de floración al año siguiente. Esto no ha podido demostrarse que sea universalmente cierto, aunque las observaciones efectuadas en la India con especies de macolla, así como con las especies Melocanna bambusoides es tallos simples, parecen apuntar en este sentido. Las perturbaciones fisiológicas causadas por daños mecánicos, cortas, calor prolongado o tiempo seco se han llegado a considerar posibles estimulantes de la floración, pero al parecer existen muchas excepciones, Es evidente que se precisa un estudio más profundo de este aspecto. En las especies de floración gregaria, el intervalo transcurrido desde la germinación de la semilla hasta la próxima floración general determina el ciclo vital, que parece ser bastante constante. Este ciclo vital se ha determinado para ciertas especies como sigue:

Arundinaria falcata 28 – 30 años

Bambusa arundinacea 32 “

Chusque abietifoia 32 “

Dendrocalamus strictus 32 “

Bambusa tulda 35 – 40 “

Melocanna bambusoides 45 “

Bambusa polymorpha 60 “

Phyllostachys nigra 60 “

Según Troup (1921), la floración gregaria se produce en tres fases: floración esporádica preliminar, floración gregaria y floración esporádica final, con intervalos variables entre estas tres fases. Puede producirse en zonas reducidas o en dilatadas extensiones. Se ha podido observar que comienza en un lugar y desde este se propaga en una dirección determinada, exigiéndose varios años para extenderse por toda la zona de floración. Ya se ha mencionado la importancia de este hecho en relación con la generación de a teca. Cuando llega la floración, las cañas conservan sus hojas en la primera fase, soliendo defoliarse a medida que la floración avanza. La floración suele producirse en diciembre y enero. Los frutos maduran entre febrero y abril o, en algunos lugares incluso hasta junio. Las semillas germinan rápidamente, pero pueden conservarse por un periodo que varia entre tres meses y dos años.

Los bambúes pertenecen a dos clases: los que forman las macollas, que son las más importantes, con hijuelos periféricos que nacen de los rizomas (cespitosos y los bambúes de caña simple dispersos sobre una red de rizomas (sufruticosos). Los de la primera clase, representada por los géneros Bambusa, Dendrocalamus y Guadua son generalmente tropicales y no pueden soportar heladas. La segunda clase, representada por los géneros Arundinaria, Phyllostachys y Melocanna, suele encontrarse en las regiones templadas. Entre estas dos clases ocupa un lugar intermedio el género Chusquea propio de grandes altitudes algunas especies de la cual forman macolla, mientras que otras son de caña simple.

Los hábitos de crecimiento de los bambúes que forman macolla quedan bien ilustrados por las diversas especies de Dendrocalamus (Deogun, 1936; Sen Gupta, 1954,). Estas, después de la germinación, producen el primer año brinzales de aspecto herboso. La plúmula, que se asemeja a una yema cónica cubiertas por hojas escamosas envainadoras, se convierte rápidamente en un tallo delgado, con hojas simples alternas en los nódulos, cuyas bases cubren el tallo. En la base del brote joven se forman raíces fibrosas y posteriormente nacen del rizoma yemas puntiagudas. Estas últimas forman rizomas cortos que se curvan hacia arriba para dar origen a un brote aéreo. Este proceso de formación de rizomas y brotes continúan durante varios años, y al morir los brotes del año procedente, los rizomas nuevos penetran mas en el suelo, apareciendo otros brotes al año siguiente. La macolla se forma por estos rizomas cortos, siendo unas veces compacta y otra abierta, según la especie. D, strictus necesita de 12 a 13 años en condiciones naturales, o 6 años en las masas generadas artificialmente, para formar una macolla madura.

Los hábitos de crecimiento de las especies de caña simple quedan ilustrada por varias especies de Melocanna que producen rizomas que se extienden lateralmente, pudiendo llegar a distancias considerables, de los que nacen cañas simples a intervalos variables. Las plántulas se desarrollan vigorosamente, formando robustas cañas y alcanzan una notable altura de 4 a 5 años. El desarrollo de las cañas dependen de las condiciones térmicas medias, habiéndose llegado a observar variaciones en el ritmo de crecimiento horario, según la fluctuación de la temperatura.

En las masas naturales de Bambú, las ventas se efectúan basándose en la superficie o en el número de cañas. Los datos sobre el volumen o el rendimiento son muy incompletos, pero han podido deducirse algunas cifras (no del todo satisfactorias) utilizando los informes anuales de las direcciones de monte de la India, o los recuentos de comportamientos en que se da el número de cañas por acre.

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